El inicio de clases en provincia está previsto para el 5 de marzo. Sin embargo, parece poco probable que el cronograma escolar se cumpla. Ayer a la tarde, el Gobierno provincial se reunió con los principales sindicatos docentes para ofrecerles un aumento salarial del 25 por ciento, que fue rechazado por unanimidad.
"Como están las cosas, las clases no van a comenzar en tiempo y forma", había amenazado antes Roberto Baradel, líder de Suteba, el sindicato docente encuadrado dentro de la CTA oficialista. En la misma línea, la titular de Federaciones de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, alertó que "los educadores están en pie de lucha y no podemos descartar que, de acuerdo al desarrollo de las negociaciones, el plan de lucha se profundice". Desde la CGT oficial también se pronunciaron en el mismo sentido.
La paritaria docente aparece como una de las más difíciles. El Gobierno busca ponerle un techo a la negociación salarial. Al ser una de las primeras, teme que un aumento superior al 30 por ciento pueda ser tomado como referencia por otros sindicatos y provoque un efecto contagio.
Si bien no hay un acuerdo en la cifra a reclamar, nadie pretende bajarse del 35 por ciento. Los cuatro gremios enrolados en la CGT oficialista -UDA, Sadop, AMET y CEA- exigen un sueldo inicial de 5.500 pesos, que representa un aumento del 61 por ciento. Desde las seccionales de Suteba dirigidas por la oposición ligada al Frente de Izquierda, como La Matanza y La Plata, entre otras, exigen un salario inicial de 10.000 pesos.
Pero el problema no es solo de porcentajes. Todos rechazan la pretensión del Gobierno de cerrar acuerdos anuales y exigen la implementación de una "cláusula gatillo" que permita reabrir la discusión salarial ante un alza inflacionaria o la reapertura de la paritaria cada tres meses. Piden, a su vez, la retroactividad a enero y rechazan el pago desdoblado.
Un escenario similar se replica en el resto de del país. Ante los rechazos sistemáticos a las propuestas de los Gobiernos provinciales, los sindicatos con alcance federal exigen una reunión con el Gobierno Nacional, para rencauzar el debate salarial. Sin embargo, muy pocos confían en la posibilidad de llegar a un acuerdo antes del inicio de clases.